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La entrevista de trabajo es uno de los aspectos clave en el proceso de selección de las empresas. Igual que los otros hitos que suceden en este contexto, una entrevista se ha de preparar. Requiere trabajo, esfuerzo y estudio. Tiene un método que has de conocer y saber aplicar para triunfar en ese momento tan decisivo. Los diversos factores que influirán en el éxito de una entrevista de trabajo son previsibles aunque no lo parezca. De ahí, que la preparación de la entrevista, para que quede muy poco margen de error, es una de las tareas que debes de tomar muy en serio. Durante la entrevista tendrás oportunidad de rectificar o mejorar algún aspecto, pero tienes que ser rápido y saber como reaccionar. El objetivo de la entrevista es saber trasladar con claridad tus capacidades a la persona o las personas que deben de decidir sobre tu futuro profesional. En este sentido, es crucial que aportes toda la información sobre tu background académico y laboral para que sean conscientes de tus valores como profesional, así como de tu conocimiento del medio. Recuerda que has de ser capaz de trasladar el conocimiento que atesoras así como la solvencia para saber trasladar tus capacidades al entorno profesional en el que vas a desarrollar tu carrera.
¿Qué hacer antes de la entrevista?
El trabajo de campo antes de asistir a una entrevista de trabajo es muy importante. Has de recabar toda la información posible sobre el puesto, la empresa y las personas que te van a entrevistar. Esa información vale su peso en oro porque, a partir de esos datos, serás capaz de hacerte una idea de cuáles van a ser las preguntas que te formulen en la entrevista. Tanto por el contenido como por la orientación de la sesión. Este será el punto de partida para trabajar.
Cuida al máximo tu estética. No se trata de ir vestido de fiesta o de gala, sino de presentarte a la entrevista con un aspecto limpio y cuidado. Ni puedes acudir con ropa de calle habitual, ni con ropa de salir por las noches. Tienes que mostrar un look laboral con un toque de distinción bien sea un reloj, una cartera o un complemento que te diferencie del resto y que aporte un valor que ayude a los entrevistadores a definirte profesionalmente. Parece un tema trivial, pero no lo es porque la primera impresión es muy importante.
Tips sobre el diálogo
- Presta atención. No pierdas el tiempo observando el lugar en el que estás. Céntrate en las personas que te van a entrevistar. Es muy importante que hagas una lectura correcta de las preguntas que te van a formular. De esa forma, podrás responder de acuerdo con los intereses de la empresa y de lo que esperan encontrar en un candidato. Intenta asimilar rápido el contenido de las preguntas para poder responder con agilidad a lo que tengan interés en conocer de ti y de tu experiencia profesional.
- Lenguaje corporal. Observa el lenguaje corporal de la persona o las personas que te estén entrevistando. Si detectas cualquier gesto que evidencia disgusto o desacuerdo tienes que reformular el argumento que, en ese momento, hayas preparado para adecuarlo al contexto. Eso sí. Jamás y bajo ningún concepto mientas. Sé sincero, siempre y en todo momento. La honestidad es un valor que los empresarios consideran imprescindible en el mundo de los negocios. Por tanto, debes de estar a la altura.
¿Cómo preparar una entrevista de trabajo?
Oportunidades que no debes de dejar escapar
- Muestra tu talento. No pierdas la oportunidad de mostrar tus capacidades en el transcurso de la entrevista. Desde la presentación, en el desarrollo del diálogo y también en el cierre de la entrevista. Trabaja aspectos que demuestren que eres una persona con inteligencia y que sabes aplicarla a cualquier contexto.
- Cita experiencias. Apoya tus afirmaciones con experiencias que tengan relación con el trabajo al que aspiras. No hay mejor demostración de tus capacidades que explicar con ejemplos aquello que puedes llegar a desarrollar en tu futuro puesto de trabajo. Por tanto, es una forma de hacer ver a tus empleadores el valor que aportas.
- Asertividad. Demuestra en la entrevista que eres una persona asertiva. Este aspecto es importante y relevante porque en las empresas valoran a las personas que tienen la capacidad de comunicar sus ideas de una forma franca y directa logrando comunicar sin que los demás lo perciban como una amenaza.
Cómo cerrar la entrevista
La parte que no debes de descuidar bajo ningún concepto es el final de la entrevista. Una mala despedida, un gesto inadecuado o una palabra fuera de tono pueden acabar con el trabajo que has desarrollado en el transcurso del diálogo. Por ello, has de ser extremadamente cuidadoso en saber cerrar la conversación. Está además es una oportunidad de oro para poder vender tus habilidades y tu capacidad de interacción.
- Aprovecha los últimos minutos de la entrevista para destacar aquello que te has percatado que no ha salido a relucir durante la charla. Ese será el momento para precisar aquellas habilidades o cualidades que no quieres que pasen desapercibidas. Explica con franqueza que quieres añadir algún detalle. Una propuesta siempre es bienvenida.
- Despídete con la misma energía que has entrado a la sala en la que te han entrevistado. Muestra tu agradecimiento por el tiempo y la atención que te han prestado. Y recalca tu disponibilidad para ampliar o aclarar cualquier información que les surja a tus entrevistadores tras la charla.
- Después de la entrevista repasa cada momento. Analiza los puntos fuertes y los puntos débiles. Esa experiencia no la puedes desperdiciar porque, al margen de conseguir el puesto o no, implica un aprendizaje único que deberás aprovechar al máximo para aplicarlo en futuras entrevistas de trabajo.
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