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El concepto de formación bonificada es probable que te suene familiar, sobre todo si estás pensando en aumentar tu currículum formativo. ¿Has oído hablar de ella?
Pero a veces, en la búsqueda de ideas u opciones, aparecen informaciones sobre otros tipos de Cloud Learning que puede confundirte. Así, puede que también hayas oído hablar de la formación subvencionada, y ahora no tengas claro cuál te corresponde o por cuál puedes optar.
Formación online
Sobre todo ahora, en un presente caracterizado por la utilización de Internet y las nuevas tecnologías, la enseñanza e-learning ha cobrado especial protagonismo. Y eso, con todas las ventajas que conlleva una educación no presencial. En especial para cursos incluidos en este tipo de formación.
Quizás este sea tu caso. Si estás cuestionándote qué camino tomar para aumentar tus conocimientos es buena idea que revises tus opciones. No te preocupes, porque a lo largo de este post vamos a aclararte en qué consiste una y otra formación (bonificada y subvencionada), sus diferencias y cuál te corresponde.
¿Qué es la formación bonificada?
La formación bonificada (que ahora se llama programada) es la educación que las empresas pueden ofrecer a sus trabajadores. Y lo que se busca con esta posibilidad es que las personas puedan continuar aumentando sus conocimientos, una vez en activo laboralmente. Además, también puede servirles para especializarse en determinadas materias relacionadas con sus ámbitos laborales.
Según esto, podemos decir que la formación bonificada es una especie de formación continuada que ponen a disposición de sus empleados de forma gratuita para ellos.
Tienen la oportunidad de acceder a realizar cursos, un máster o cursos para expertos a través de sus empresas (siempre que tengan en su plantilla trabajadores dentro del régimen general de la Seguridad Social y no tengan deudas con respecto a sus cuotas a hacienda o a la Seguridad Social).
¿Cómo lo hacen?
A continuación te lo explicamos con más calma.
Anualmente, la Ley de Presupuestos Generales del Estado establece un crédito para las empresas españolas, destinado a la mejora de la educación de sus trabajadores.
La empresa puede contratar la formación en un centro privado acreditado. Cuando el empleado (o empleados) termina el curso, se devuelven los importes. Y este adelanto cubrirá hasta el total del crédito que se le ha concedido (si lo han gestionado ante la FUNDAE, se han impartido las horas educativas correspondientes, se activan las licencias e-learning, etc.).
De esta forma, las empresas se encargan de su coste en primer lugar. Aunque más tarde, ese precio se les bonifica a través de cuotas de la Seguridad Social.
Es una herramienta muy interesante, porque la educación es un valor que nunca debe desdeñarse. Y, aunque a veces se asocia a un momento pre laboral, no tiene que ser así. Al contrario, continuar formándose es una manera de crecer profesionalmente, ampliar conocimientos, etc.
En Aula 10 somos conscientes de la importancia que tiene enmarcar la formación continuada en el ámbito de las labores profesionales de los trabajadores. Por eso, ofrecemos una enseñanza diseñada para adaptarse y encajar en la realidad laboral de cada trabajador.
¿En qué consiste la formación subvencionada?
Se trata de un tipo de formación tradicionalmente llevada a cabo por agentes sociales (empresas y sindicatos) o entidades públicas. Aunque hoy en día también existen centros privados con la acreditación para realizarla.
Este tipo de educación puedes decidir realizarla por tu cuenta, sin tener que consultarlo con nadie. Suele ofrecerse a trabajadores, autónomos o desempleados. Es decir, que cualquier persona tiene derecho a apuntarse. Y, para acceder a ella, solo tienes que cumplir con los requisitos que se piden para cada ocasión.
Los certificados de profesionalidad
Hay casos en los que la formación subvencionada puede darte la opción de obtener una acreditación oficial para realizar una labor profesional. Se trata de los llamados certificados de profesionalidad. ¿Los conoces?
Así, por un lado, algunos cursos te ofrecen la opción de lograr un título. Y, por otro, un certificado de este tipo. Puedes consultarlos en el catálogo oficial. Verás que hay 26 familias profesionales y tres tipos o niveles de cualificación.
En esta lista se recoge una variada oferta de enseñanzas enmarcadas en distintos epígrafes (actividades físico- deportivas, administración y gestión, artes gráficas, etc.).
¿Qué diferencias hay entre la formación bonificada y la formación subvencionada?
Aunque a primera vista pueden parecer muy parecidas, incluso llegando a confundirse, lo cierto es que son muy diferentes. Hay aspectos que las distinguen y las caracterizan: la gestión, la financiación, los potenciales alumnos, etc.
Entre ambas formaciones existen muchas y muy importantes diferencias. En las siguientes líneas te las detallamos.
Diferencias en la gestión
La formación bonificada se gestiona desde la propia empresa. Por tanto, es ella la que toma la decisión de ofrecerla a sus trabajadores. Y, ella misma también puede decidir si la pone en manos de una entidad acreditada para tal fin.
En cambio, la administración de la formación subvencionada corre a cargo de las entidades públicas encargadas. En este caso, también puede encargarse de la enseñanza, un centro de formación homologado.
Diferencias en la financiación
Los cursos ofrecidos a través de la formación bonificada son gratuitos para los trabajadores de la empresa. Pero no puede decirse que su realización no suponga ningún coste.
Como te explicamos en el primer apartado, cada año las empresas tienen derecho a una cierta cantidad económica para dedicar a la formación de sus empleados. Y ellas pueden hacer uso de ese beneficio de la siguiente manera:
Se encargan de ofrecer esa posibilidad a las personas que trabajan para ellos, y son ellas, en primer lugar, las que se encargan de pagarla. Pero, más tarde esa cantidad les es devuelta a través de sus cuotas de la Seguridad Social. Aunque solo hasta el importe del crédito que les ha sido concedido (que se determina antes en función del tamaño de la empresa).
En cambio, los cursos subvencionados resultan completamente gratuitos. De su financiación se encarga completamente la Administración Pública, por lo que nadie tiene que pagar nada.
Diferencias en el acceso
La posibilidad de una formación subvencionada está abierta a cualquiera. Así, tanto si eres trabajador por cuenta ajena o autónomo, como si te encuentras desempleado, tienes derecho a este tipo de educación. Serán las entidades públicas que se encargan de gestionar los cursos, las que indican qué requisitos hay que cumplir para optar a ellos.
En cambio, la formación bonificada solo está abierta a la entrada de los trabajadores de la empresa que la ofrece. Es ella la que la gestiona, la que indica las capacidades que van a desarrollarse o a mejorarse gracias a la formación.
¿Es mejor la formación bonificada o la formación subvencionada?
Aquí hemos hablado de las principales diferencias entre formación bonificada y la formación subvencionada. Unas diferencias que significan al mismo tiempo sus características definitorias. Pero desde Aula 10 queremos añadir algo fundamental, que no debes olvidar: la importancia de formarte en cualquier momento de tu vida.
Por eso, en Aula 10 creemos que no se trata de entrar en la calificación de si una es mejor que otra. Más bien de ofrecer las posibilidades que mejor se adapten a cada tipo de formación y a cada circunstancia.
En nuestro repertorio de enseñanzas puedes encontrar desde cursos gratuitos hasta cursos con certificado de profesionalidad. Sin olvidar que también puedes realizar un máster con nosotros, eligiendo entre una amplia variedad.
Elige una formación que corre en paralelo a tus necesidades reales. No dudes en contactar con nosotros. Conócenos y consúltanos todas tus dudas. ¡Te esperamos!
1 comentario en “Diferencias entre la formación subvencionada y la formación bonificada”
Muchas gracias por compartir, creía que la formación bonificada y la subvencionada era lo mismo pero veo y que hay claras diferencias entre ambas. Qué bueno que existan estos tipos de formación y que no supongan un coste extra para el trabajador. Creo que es muy importante seguir formándose incluso estando trabajando, porque de esta forma podemos ser profesionales más competitivos y actualizados.